Una estrella P0RN0 ahora es la nueva pastora de una iglesia en Nueva York...

Los caminos del Señor son misteriosos y el testimonio de una actriz porno es prueba de ello. Crystal Bassette se convirtió al cristianismo y ahora predica la palabra de Dios.
Crystal Bassette cambió su vida completamente después de encontrar a Dios.


Es así que dejó sus autos lujosos y mansiones en Hollywood, fruto de su trabajo como actriz porno, para dedicarse a ser ministra en una Iglesia de Nueva York. Su historia ahora es viral.




Nadia Hilton, su nombre cuando era estrella de la pornografía, protagonizó al menos 100 películas para adultos, llegando a ganar unos 30 mil dólares mensuales. Ese enorme salario fue lo que le permitió llevar una vida llena de comodidades en la ciudad de las celebridades.



Sin embargo, algo hizo que reflexionase sobre sí misma. Es así que puso fin a su carrera de 10 años en el porno para dedicarse a Dios. Ahora, a los 33 años, está casada, es madre de dos hijos y ministra de la Iglesia, al igual que su marido, quien fue el que la introdujo en el mundo religioso.



Los inicios de Bassette
Crystal quedó embarazada cuando solo tenía 16 años. Sin apoyo de su pareja o de sus familiares, tuvo que asumir la responsabilidad completa de su recién nacida. Decidió mudarse a Hollywood donde incursionó en el modelaje y trabajó en un club nocturno. Es en ese contexto que un productor de cine porno la vio y le ofreció empleo. El salario era muy bueno, 30 mil al mes, así que aceptó a pesar de lo duro de esa profesión.

 
La primera vez que le tocó actuar se sintió tan mal que pasó horas llorando. Se pasó un mes alejada de las cámaras, aunque su necesidad pronto la obligó a regresar. Tuvo que recurrir al alcohol y a las pastillas para grabar. "Me convertí en un objeto. No podía salir de mi casa sin mostrarme salvaje, con tacos altos o una camisa sugerente. Tenía que mostrarme todo el tiempo como un símbolo sexual", recordó.
 
Luego conoció a David, su actual marido y ministro de la Iglesia, quien la acogió con mucho amor. "Sabía sobre mi pasado porque mi hija iba a su congregación. David es la clase de persona que cree que tu pasado es tu pasado. No puedes estar mirando para atrás", dijo emocionada.



Desde ese momento dejó su controvertida profesión, se casó, formó una familia y volcó su vida a Dios y a ayudar a los demás. “Me gustaría que la gente sepa que Dios puede perdonar, no importa cómo sea tu pasado. Quiero que la gente vuelva a Cristo a través de sus relaciones y sus experiencias. Mi pasado me hizo lo que soy hoy y Dios cambió mi vida completamente”, dijo desde su púlpito en el templo.